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Mujeres Sacerdotes en la Iglesia Católica Española

Segunda señal: la motivación a servir

Segunda señal: la motivación a servir

Primero debemos entender ciertos motivos nada aceptables que nos puedan atraer al sacerdocio:

  • La alta estima y elogios que ganaríamos para nosotros y nuestras familias;
  • Una posición de estatus y respeto en la comunidad;
  • Escapar de la responsabilidad del matrimonio o de otras relaciones familiares (hasta que la Iglesia haga el celibato opcional), y así sucesivamente.

Estos motivos inaceptables deben desemascararse, si están presentes. Son señales contrarias a una verdadera vocación sacerdotal.

El único motivo para aceptar el misterio sacedotal es el deseo de servir a otros. Un(a) sacerdote es ordenado(a) para otros, no para sí mismo(a). La felicidad de uno(a) como sacerdote es conmesurada con la felicidad dada a otros.

“Ser un sacerdote no es sobre tener una carrera en el sentido normal de la palabra. No es sobre prestigio, estatus o acumulación de bienes. Es sobre el amor por Dios y por la gente, y cómo uno puede responder mejor al amor de Dios mediante el servicio a los otros.” (Fray Edzel)

En un estudio por Eugene Kennedy, llamado "El sacerdote católico: investigaciones psicológicas" (1972), varios sacerdotes fueron encuestados sobre los principales factores que contribuyeron en su decisión de permanecer activos en el ministerio sacerdotal. Entre éstos, se mencionan:

  • Hago una contribución significativa a la misión de la Iglesia.
  • Siento una gran satisfacción en lo que hago por la gente.
  • Tengo un gran impacto en la vida en las vidas de los individuos, en una forma muy especial. Creo que la gente me ve como un signo especial de Dios en el mundo.

http://www.womenpriests.org/sp/called/signs.asp

 

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